“Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza, no tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo donde quiera que vayas” (Jos 1, 9)
Queridos hermanos,
El misericordioso amor de nuestro señor Jesucristo esté con todos ustedes.
En este tiempo de Cuaresma como preparación para la celebración de la Pascua del Señor, estamos viviendo un momento muy crítico en toda la humanidad y con características propias en nuestro país.
Vivimos un momento de mucha dificultad para nuestro pueblo, especialmente los más necesitados, excluidos y vulnerables. La vivencia de la virtud de la caridad nos debe llevar a tomar muy en serio esta realidad.
Los obispos de Venezuela, a través de la Presidencia del Episcopado, hemos exhortado a nuestro pueblo a tomar las medidas necesarias para “cooperar con las autoridades sanitarias en todo lo que esté a su alcance y que vaya en beneficio de todos.” Igualmente, nuestra Arquidiócesis ya emitió un primer comunicado, que reafirmo en esta oportunidad. A estos lineamientos quiero añadir lo siguiente:
- Exhorto a todos nuestros fieles a acatar todas aquellas normas y directrices que nos den las autoridades. Por lo tanto, es muy importante que permanezcamos en nuestros hogares a fin de prevenir la propagación del virus. La Iglesia acompaña al Pueblo de manera especial en estos momentos. Como discípulos de Cristo estamos llamados a vivir este momento con espíritu de fe, poniendo nuestra confianza en Dios.
- Como fue expresado en el comunicado de la Presidencia del Episcopado del 15 de marzo “tomamos la dolorosa decisión de suspender todos los actos litúrgicos, incluida la celebración eucarística hasta nuevo aviso.” Por la autoridad que me concede el Código de Derecho Canónico (Cf. Canon 87, &1) dispenso a los fieles del cumplimiento del precepto dominical y solemnidades, mientras dure la pandemia.
- Con respecto a la celebración de la Semana Santa, estaremos avisando oportunamente de acuerdo a como se vayan dando los acontecimientos.
- Por lo tanto, en todas las parroquias se suspenden las celebraciones de bautismos, confirmaciones y matrimonios. Solo se administrará la unción de los enfermos y el sacramento de la reconciliación con las debidas precauciones. En el caso de las exequias, se deben celebrar con el rito correspondiente, pero, sin misa. Sin embargo, exhorto a los sacerdotes a celebrar diariamente la Eucaristía en privado y ofrecerla por nuestro pueblo a fin de que pueda salir airoso de esta pandemia.
- Se suspenden también, todas las reuniones de grupos de apostolado, catequesis y otras actividades programadas en nuestra jurisdicción Arquidiocesana.
- Según lo propuesto por el Santo Padre, el Papa Francisco, mantengamos nuestros templos abiertos, como un signo de esperanza y confianza en Dios Padre Misericordioso, y así aquellos que deseen acercarse a orar puedan hacerlo.
- Invito a todos nuestros feligreses que, ante la precaria situación económica que vivimos y dentro de sus posibilidades, velen por el sustento de sus sacerdotes y colaboren con ellos en la tarea de propagar el Evangelio a través de las diversas campañas que se organicen en los medios de comunicación social.
- Le pido a los responsables de las redes sociales y a las radios de la Arquidiócesis que además de transmitir la Santa Eucaristía, especialmente el domingo, para que todos los fieles se sientan acompañados pastoral y espiritualmente, elaboren una campaña de concientización a través de micros y mensajes.
- Caritas arquidiocesana y las Caritas parroquiales deben organizarse de tal manera que continúen prestando sus servicios a los más desfavorecidos pero, tomando las medidas sanitarias ordenadas por las autoridades competentes.
- Exhorto a todos los fieles a rezar la Coronilla de la Misericordia y el Santo Rosario en el seno de sus hogares, rogando al Señor nos acompañe en estos momentos. Les pido a los sacerdotes que, a través de las redes sociales les propongan a sus feligreses orar con la Palabra de Dios con el método de la Lectio Divina.
- En comunión con toda la Iglesia en el país, celebraremos la Jornada de Oración por Venezuela, el próximo jueves 19 de marzo, día de San José Patrono de la Iglesia Universal.
- Esta es una hermosa oportunidad para vivir la Cuaresma que nos invita a la oración. Recordemos que lo más importante, nos dice Jesús en el Evangelio, no es el lugar donde se alaba al Señor, sino que lo hagamos en “espíritu y verdad” (Jn.4, 42)
- También la Cuaresma nos invita al ayuno. Las circunstancias nos privan de la movilidad y otras actividades. Ofrezcámoslas con espíritu de fe para fortalecer nuestra vida de comunión con el Señor.
- De igual manera, el tiempo de cuaresma nos invita a la caridad. En estos días no olvidemos a tantos hermanos necesitados que viven momentos muy difíciles, agravados por las circunstancias adicionales que hoy vivimos. Tiempo oportuno para crecer en solidaridad, poniendo en práctica la misericordia cuando las condiciones lo permitan, a través de actos de caridad.
- Exhorto a los católicos que tienen como sustento el comercio, no se aprovechen de las circunstancias para especular con el precio de sus productos. En estos momentos debemos ser solidarios unos con otros.
- Finalmente, los invito a elevar nuestras oraciones a nuestra querida Morenita del Carrizal, a fin de que interceda ante su Hijo Jesucristo y nos ayude a vencer estas circunstancias en nuestro país y el mundo.
En Santa Ana de Coro, a los 17 días del mes de marzo de 2020.
Con mi bendición,
+ Mariano José Parra Sandoval
Arzobispo Metropolitano de Coro