En horas de la tarde, de este Jueves Santo, el Arzobispo Metropolitano de Coro, Excmo. Mons. Mariano José Parra Sandoval, presidió la Solemne Eucaristía que marca el inicio del Triduo Pascual, dicha celebración sagrada, estuvo concelebrada por el Vicario General de la Arquidiócesis de Coro, Mons. Robert Medina, el Vicario Parroquial, Pbro. Dunnys González, el Pbro. Alexander Duno, rector del Seminario Mayor Arquidiocesano San Ignacio de Antioquía, y el Pbro. Javier Montilla, formador de esta institución arquidiocesana.
En esta fiesta cristiana, se conmemora y aviva la fe en Jesús eucaristía, quien en la Última Cena, instituyó el Sacramento Eucarístico como signo de amor perpetuo para la humanidad, y constituye al mismo tiempo en los apóstoles el Ministerio Sacerdotal para ser garantes de mantener viva esta tradición que ha perdurado en la vida de la Iglesia, a su vez Cristo Señor nuestro quien se revela como Mesías y Salvador en el anuncio de pasión se humilla ante sus discípulos al lavar sus pies como signo de servicio extremo, desinteresado y amoroso.
Jesús nos amó hasta el extremo
“Hoy celebramos la fiesta central de los que creemos en Cristo, el Triduo de la manifestación del amor de Dios. Y es que, Jesús, nos amó hasta el extremo y entregó hasta la última gota de su sangre para salvar a toda la humanidad”, manifestó el Pastor Metropolitano de Coro durante su homilía, alentando a los fieles, a ser servidores de nuestros hermanos, desde el amor desinteresado y honesto, “Así como Jesús lo demostró durante la última cena, al quitarse la túnica y despojarse de su condición de Dios, para ser un servidor, lavándole los pies a sus discípulos”.
Institución Eucarística y Sacerdotal
Del mismo modo, el Arzobispo de Coro, expresó que la institución eucarística es el centro de la vida cristiana, tal y como está contemplado en el Concilio Vaticano II, ya que a través de la eucaristía estamos en comunión con Dios Padre. “A pesar de que muchos no puedan estar presentes físicamente en la eucaristía, Dios les alimenta espiritualmente con amor”, agregó el Pastor.
Por otra parte, Mons. Mariano José Parra Sandoval se dirigió a los pastores, quienes ejercen el Ministerio Sacerdotal, otro gran acto de amor a Dios, es por ello que, el Prelado exhortó a la feligresía que peregrina en esta Iglesia Particular, a unirse en oración por sus Sacerdotes, por su bienestar y perseverancia en su servicio pastoral, pero, además, amarles como aquellos hermanos que sirven a Cristo tan de cerca.
Terminada la celebración eucarística, se suprimió la acostumbrada exposición del Santísimo en el monumento, debido a la situación pandémica que atraviesa el mundo, de modo que, el Prelado aclaró que sólo se reservaría el Santísimo, por lo que, tras realizar la bendición eucarística, el Arzobispo de Coro, reservó el Corpus Christi en compañía del Clero arquidiocesano presente, una vez culminado el acto, procedieron a desvestir el Altar Mayor de la Catedral Santa Ana, como signo de duelo ante el camino al calvario que atraviesa el siervo sufriente.
Prensa Arquidiócesis de Coro