Los monjes del monasterio benedictino de Thien An en Hue (Vietnam) han sido amenazados por el gobierno local, que ha invadido el terreno del monasterio y busca expulsar a los sacerdotes de la ciudad.
Según reporta Asia News, el 10 de agosto alrededor de 40 personas ingresaron ilegalmente al terreno del monasterio Doi Thanh Gia (La colina de las cruces), y amenazaron e insultaron a los monjes que se encontraban en los claustros.
El grupo estaba formado por funcionarios gubernamentales, empleados y fuerzas de seguridad del Comité Popular Municipal de Thuy Bang, que desde inicios de agosto vienen amenazando a los monjes con la intención de expropiar el terreno por medio de intentos de saqueo, apropiación y la reventa de tierras a especuladores inmobiliarios.
El jueves 13 de agosto, otras 50 personas entraron en los terrenos del monasterio para fijar postes y alambres de púas, con la intención de apoderarse de esa área. Según se reportó, algunos de los invasores pertenecían a pandillas locales que son identificadas por unos tatuajes característicos.
Los fieles de la comunidad señalaron que las autoridades provinciales de Thua Thien-Hue buscan interferir en la vida de los monjes para provocar la salida de la comunidad y dejar a más de 70 mil católicos sin clero.
Frente a la amenaza, los monjes han respondido con una jornada de oración y silencio los días 10 y 11 de agosto, en medio de las maldiciones y burlas de los invasores.
El superior de la comunidad, P. André Trong Nguyen Van Tam, pidió a las autoridades actuar de manera civilizada y respetar el derecho a la libertad religiosa.
Además, pidió a los obispos, sacerdotes, religiosas y a los fieles orar por la paz del monasterio frente a la complicada situación que atraviesan e instó a las organizaciones internacionales de derechos humanos a intervenir por medios pacíficos para proteger la verdad, la justicia y la paz del monasterio.
Amenazas contra la libertad religiosa
Esta no es la primera vez que el Gobierno amenaza a la comunidad benedictina. En 1975, el régimen comunista “tomó” 57 hectáreas de las tierras del monasterio y se las entregó a una compañía forestal.
En el año 2000, el régimen tomó otra parte de las tierras y se las dio a una compañía de turismo, pero permitió a los benedictinos conservar seis hectáreas incluyendo el monasterio, las cuales se ven amenazadas actualmente.
En 2017, 200 personas, entre policías y sujetos armados con cuchillos, barras de hierro y palos, atacaron el monasterio y destruyeron una cruz y una imagen de Jesús por tercera vez en dos años.
Asimismo, en 2018 el Gobierno presionó a las religiosas de las Hermanas de San Pablo en Hanoi y las Adoradoras de la Santa Cruz en Saigón para expropiar sus conventos.
Los terrenos del convento en Hanoi fueron confiscados por el Gobierno comunista en 1954. Una parte fue devuelta cuando las religiosas abrieron un dispensario para los pobres, un hogar para huérfanos y un refugio para niñas.
Sin embargo, en mayo de 2018, el Gobierno comenzó con la construcción ilegal de un complejo comercial en el terreno.