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Grupos yihadistas atacaron la comunidad católica en Mocímboa da Praia en Mozambique, desde entonces 70 personas están desaparecidas. Las religiosas son las hermanas Inés Ramos y Eliane da Costa, ambas brasileñas y la hermana Inés, de más de 70 años.

El 5 de agosto tuvo lugar un violento ataque por parte de grupos yihadistas, que duró varios días, a la comunidad cristiana en puerto Mocímboa da Praia, en Mozambique. Desde entonces se desconoce el paradero de 70 personas, entre ellas 2 religiosas de la congregación de San José de Chambéry, que desaparecieron durante el violento ataque.

El P. Kwiriwi Fonseca, de la Diócesis de Pemba (Mozambique) declaró a la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que las autoridades hasta ahora no han esclarecido lo que sucedió a estas dos religiosas y a las más de 70 personas que se encontraban en el convento de la comunidad cuando se produjo el ataque.

Según el P. Fonseca, la región de Mocímboa da Praia está prácticamente cerrada y nadie puede llegar allí. El ataque comenzó el 5 de agosto y se mantuvo durante los días siguientes, hasta el día 11 de agosto. “Durante esos días atacaron y ocuparon el Puerto de Mocímboa da Praia”, aseguró el sacerdote.

De hecho, desde la Diócesis de Pemba, supieron del ataque por un miembro de la comunidad que les dio la noticia. Desde entonces no han podido ponerse en contacto con estas religiosas y por eso, por el momento las dan por desaparecidas.

“Cuando la ciudad fue ocupada, debido a la inviabilidad de la comunicación por la falta de conexión, no pudimos establecer contacto con las hermanas y creemos que ellas perdieron sus teléfonos. (…) Creemos que tal vez no estén muertas, pero que no tienen forma de comunicarse. Así es como nos consolamos, porque no conocemos exactamente la versión oficial. No tenemos ninguna noticia oficial”, aseguró el P. Fonseca.

En el momento del ataque había en el convento de las Hermanas de San José de Chambéry unas 70 personas, principalmente, ancianos y niños.

“Si las religiosas volvieron al lugar, tampoco lo sabemos, porque allí no hay ningún lugar donde pueda comprarse un teléfono nuevo… Como no tenemos noticias de esas decenas de personas, no sabemos si desaparecieron, si murieron, si fueron secuestradas. No sabemos nada…”, aseguró.

Las religiosas son la hermanas Inés Ramos y Eliane da Costa, ambas brasileñas y la hermana Inés, de más de 70 años.

La crisis humanitaria que se vive en Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, a raíz de los ataques terroristas que flagelan esta región, ha adquirido una dimensión terrible visto el número de muertos y de personas desplazadas, y dada la falta de recursos para acoger a esta población.

Desde la diócesis de Nampula (Mozambique), el P. Cantífula de Castro, subdirector de Radio Encontro, envió un mensaje a la sede portuguesa de la fundación ACN en el que explicaba que tan sólo “en la Archidiócesis, hay unos cinco mil desplazados que han llegado a los distritos de Meconta, Nampula y Rapale. La mayoría son mujeres jóvenes y niños que necesitan ayuda humanitaria. En efecto, carecen de espacio para alojarse, de comida, ropa e incluso material para la prevención de la Covid-19”.

El sacerdote también asegura que “la provincia de Cabo Delgado lleva tres años ardiendo en guerra” y que “la gente está viviendo momentos insoportables a causa del terrorismo”.

“Es una situación deplorable. Se estima que hay poco más de mil muertos, casas incendiadas, pueblos abandonados, personas que viven en el monte y otros que se refugian, con las manos vacías, en lugares más seguros en busca de protección” subrayó el P. Cantífula en el mensaje de vídeo enviado a ACN. 

Desde octubre de 2017, la provincia de Cabo Delgado viene siendo escenario de ataques de grupos armados que desde hace algunos meses se declaran afiliados a Daesh o Estado Islámico. Los ataques han ido aumentando en intensidad en los últimos meses, especialmente, desde principios de este año.

El P. Cantífula de Castro indica que, a pesar de la compleja situación y la falta de recursos, “la Iglesia no abandona a estas personas, sino que permanece a su lado, prestándoles ayuda material y consuelo espiritual”.

Y pidió ayuda a la comunidad internacional: “Por favor, no nos olvidéis. Si podéis, ayudad a estas personas que lo han perdido todo y que han tenido que huir de sus casas. Muchas gracias”.

La fundación pontificia ACN ayuda a los cristianos de Mozambique con varios proyectos, desde la reconstrucción de iglesias hasta la ayuda al sustento de los sacerdotes y misioneros.