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Con el umbral de la tarde, el trinar de los pájaros del occidente falconiano, y una inmensa paz espiritual  se fue despidiendo de lo terrenal, al encuentro con el Señor, un humilde servidor de Cristo, de su iglesia y especialmente de su adorada feligresía: Monseñor José Clemente Bozo.

Su luz se fue lentamente atenuando el pasado 28 de septiembre, en su Dabajuro natal, a la edad de 90 años, siendo el clérigo más longevo de la Iglesia de Coro. El Padre Bozo –como era conocido-, fue un Insigne Pastor de la Iglesia falconiana, con una amplia trayectoria sacerdotal, sirviendo en la parroquia San Francisco de Asís de Santa Cruz de Bucaral, por más de 50 años, dejando un importante legado en la referida comunidad.

UNA BENDICIÓN SACERDOTAL DESDE EL OCCIDENTE

Hijo de Jesús María Bozo Martínez y Doña Socorro María Piña de Bozo, tuvo 7 hermanos. José Clemente fue bautizado en Dabajuro, población del occidente de Falcón, en el año 1931 por el Pbro. José Romero, Párroco de Casigua y Auxiliar de Dabajuro.

El día 7 de noviembre de 1946, ingresó al Seminario San José de Coro bajo la dirección de los Padres Jesuitas cuyo rector era el Rvdo. Adolfo Etulain, donde cursó 4 años de latín. Siendo el 26 de julio de 1959, el día en que recibió la Ordenación Sacerdotal en la Basílica Catedral de Coro de manos del Excmo. Mons. Francisco José Iturriza Guillén y la asistencia de su último rector, el Arzobispo emérito de Mérida, Miguel Antonio Salas; el clero de la Diócesis de Coro; familiares y amigos.

El Excmo. Mons. Mariano José Parra Sandoval, Arzobispo de Coro en comunión con todo el clero arquidiocesano, expresó su respeto y afecto hacia el Padre Bozo, invitando a toda la Iglesia peregrina en la Arquidiócesis de Coro, a unirse en oración por el eterno descanso de este insigne pastor.

MONSEÑOR BOZO: UN MINISTERIO INTACHABLE DE FE Y ALEGRÍA

«A Dios doy gracias por permitirme conocer a un Santo varón como lo fue el padre Bozo, no perdió la alegría de la fe y el entusiasmo de celebrar con devoción la Eucaristía.  Un ministerio intachable, de entrega y donación por nuestra iglesia coriana, muy especialmente la zona Sur por quién sintió mucho amor, cariño y respeto», manifestó el Pbro. Aldemar Sivira, a quien le atribuye gran parte de su formación.

Se desempeñó en múltiples funciones en su Iglesia Particular, sirviendo en cada una, con esmero, presteza y dedicación, lo que le permitió ser merecedor, de innumerables reconocimientos por sus extensas labores religiosas y sociales, otorgadas por diversas instituciones gubernamentales, siendo además, designado Capellán de Honor y Miembro de la Familia Pontificia por el Papa Juan Pablo II. Y durante el episcopado de Mons. Parra Sandoval, se le concedió su nombre a la Zona Pastoral de la Arquidiócesis Metropolitana de Coro, donde por años sirvió con ardor apostólico.

«GRACIAS A DIOS POR TODO EL BIEN QUE ME HA PERMITIDO REALIZAR Y POR TODAS LAS PERSONAS QUE ME HAN HECHO EL BIEN» 

El párroco de San Antonio de Padua de Dabajuro, Pbro. Francisco Gutiérrez, compartió que el pasado sábado celebró la Eucaristía junto al padre Bozo, desde su habitación. «El sábado tuve la oportunidad de celebrar la Eucaristía para el Mons. Bozo junto a la cama donde descansaba y alzaba las manos en cada canto alabando a Dios. Rezaba con fuerza cada oración y pronunció las palabras de la Consagración y la Doxología Final, recibió la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo y al final de la Eucaristía me dio la bendición. Y cuando se le preguntaba cómo está, respondía diciendo: ¡muy bien!», expresó el Presbítero.

«Se sintió la presencia del Dios vivo al que hasta anoche alabó con fuerza, un pueblo lleno de gratitud bajo un lagrimal del cielo en su rocío daba respuesta del gozo del cielo al recibir un fiel servidor de Dios», manifiestan entre lágrimas los fieles de Dabajuro, quienes agradecen incansablemente a Dios Padre, por el hermoso Ministerio de Mons. Clemente Bozo, padre y pastor de la Iglesia falconiana.

Para finalizar, aún permanecen sus hermosas palabras pronunciadas en el 2003, en uno de sus tantos encuentros con el pueblo del Señor, cuando dio «Gracias a Dios por todo el bien que me ha permitido realizar y por todas las personas que me han hecho el bien», en las mismas se refleja su amor, vocación y fe al servicio de la iglesia universal, y en especial por su amorosa iglesia falconiana.

Prensa Arquidiócesis de Coro