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“La sociedad chilena está enferma. Sí está enferma de indiferencia, de individualismo”, expresó el Arzobispo de Concepción, Mons. Fernando Chomali, a raíz de un confuso incidente en un hogar de menores perteneciente al Arzobispado.

La reflexión emitida a través de un comunicado el 21 de noviembre, se dio a raíz de un suceso ocurrido en la residencia de menores Carlos Macera perteneciente a la Fundación Ciudad del Niño Ricardo Espinosa del Arzobispado de Concepción que recibe una subvención del Servicio Nacional de Menores. 

El pasado 18 de noviembre, dos adolescentes de 14 y 17 años de edad fueron heridos a bala con el arma de servicio de un carabinero. En tanto, otro funcionario resultó con fractura y una herida cortante. 

Mientras el carabinero herido y los menores ingresaron al Hospital Higueras, el funcionario presunto autor de los disparos quedó en prisión preventiva mientras dure la investigación que tiene un plazo máximo de tres meses.

Al respecto, el Arzobispo manifestó que a pesar de los “grandes esfuerzos”, el sistema de salud público “no tiene capacidad suficiente para atender de manera rápida y oportuna casos graves como la descompensación de un adolescente”.

“Este lamentable hecho confirma la injusticia presente en nuestro país donde la calidad de la atención en salud depende de los recursos económicos que se tengan”, aseguró.

En el hecho, el “ingreso de personal armado a una residencia donde hay personas vulnerables demuestra la ausencia de protocolos adecuados para estas complejas situaciones y escaso conocimiento de la realidad de estos niños y adolescentes”, precisó el Arzobispo de Concepción.

Por ello, es necesario que las fuerzas de Orden y Seguridad Pública cuenten con personal “con específicas competencias, para ayudar en emergencias como estas”.

De otro lado, “a pesar del esfuerzo” que hace el Servicio Nacional de Menores (Sename) y las instituciones colaboradoras, “no están las condiciones para ayudar a jóvenes con patologías mentales y altas carencias personales, familiares, sociales, económicas, sanitarias y afectivas”.

“Además, no tienen acceso oportuno a tratamientos de salud integral, y muchas veces les resulta complejo encontrar matrícula en el sistema escolar. En la práctica son sistemáticamente discriminados”, aseguró Mons. Chomali.

El Arzobispo explicó que en ese difícil contexto, “cada vez que ha habido una vulneración de derechos de los residentes, la Fundación ha seguido rigurosamente todos los procedimientos y protocolos que corresponden según lo establece la ley, y ha trabajado para ir subsanando las deficiencias”.

“Los esfuerzos para contar con personal idóneo e infraestructura adecuada con el propósito de entregar la mejor atención posible son permanentes, tremendamente difícil, y al mismo tiempo, muy desconocida por la opinión pública”, precisó.

En ese sentido, lo sucedidos en la residencia Carlos Macera “debiese llevarnos a reconocer que la sociedad chilena está enferma” de “indiferencia, de individualismo, de falta de preocupación por los demás, enferma de una concepción materialista de la vida que ha ido pauperizando al Estado y dejando muchos heridos por el camino que, además, nadie quiere auxiliar”.

Por ello, Mons. Chomali aseguró que se deben “fortalecer los vínculos familiares, superar las dificultades que llevan a que estos jóvenes no tengan horizonte alguno en la vida, procurar los recursos suficientes fruto de políticas públicas consistentes, y promover la justicia social”.

“Sumado a ello, urge un espíritu de colaboración y solidaridad hacia quienes, con mucho esfuerzo, sacrificio, dedicación y vocación, se ocupan de aquellos que muchos no quieren ver, hacen como si no existieran y les cierran sistemáticamente las puertas”.

A pesar de esta situación, la Fundación Ciudad del Niño Ricardo Espinosa continuará su misión “hasta que el Estado de Chile cumpla con el deber de cuidar y proteger a estas personas muy vulnerables y les garantice el derecho a una adecuada atención y apoyo en todos los aspectos de sus vidas”, manifestó el Arzobispo de Concepción.

En cuanto a los jóvenes heridos, Mons. Chomali aseguró que seguirán siendo acompañados y apoyados por la fundación. En tanto, destacó que es fundamental una investigación para que “los responsables de los graves hechos” “respondan ante la justicia según corresponda en virtud del Estado de Derecho que nos rige”, concluyó Mons. Chomali.

La Fundación Ciudad del Niño Ricardo Espinosa nace al amparo de la Iglesia de Concepción hace 60 años.

En la actualidad atiende a 1.195 niños y adolescentes, de los cuales 110 son residentes y los demás reciben atención ambulatoria.