Radio Guadalupana Online

El 15 de enero se “celebró» en Venezuela el día del educador y como todos los años es una fecha propicia para valorar la labor que hacen los educadores, sobretodo en las circunstancias actuales, pero, ¿es posible celebrar el día del educador en éstas condiciones? Actualmente en Venezuela, el día del educador es más que todo un día para reflexionar sobre la realidad educativa de nuestro país, se trata de valorar más la profesión docente y esto se hace demostrando criterios coherentes que nos permitan entender que hoy no es pertinente “celebrar» el día del educador, pero si es oportuno reflexionar,  valorar y reconocer esta hermosa labor que hoy más que nunca se define como una vocación que marca y transforma vidas.

Hace 16 años tuve la gracia de iniciarme en este camino de la docencia y durante este transitar he conocido la educación en realidades contrastantes, personas que llevan en sus genes el don de enseñar, que trabajan con pasión y entrega,  y otras que sólo están por intereses ajenos a la educación (cuanto daño hacen estas últimas), he tratado con jóvenes que han trazado un camino admirable a lo largo de estos años y otros con los que no ha sido así, en muchos de ellos he apreciado la influencia de docentes que tuvieron durante su proceso de formación y esto me ha ayudado a comprender el alto grado de responsabilidad que tiene ser educador, pues estamos llamados a ser modelos a seguir, a dejar huellas y no cicatrices en la vida de nuestros estudiantes.

Pienso que la educación con adolescentes es más retadora que la educación con adultos, no sólo por el hecho de que los jóvenes demandan mayor atención sino porque tienden a ser más vulnerables al contexto y porque casi siempre se expresan sin ningún tipo de filtro (muchas veces la espontaneidad puede jugar en contra cuando de ellos se trata). A este nivel la formación se extiende a otras áreas de la vida que van más allá de lo académico, lo cual exige estar preparados en todo momento y tener siempre una respuesta oportuna para que no nos ocurra lo expresado en aquel grafiti francéscuando me había aprendido las respuestas, me cambiaron las preguntas“. Esta experiencia me ha permitido entender que el futuro se construye en el presente y por ello considero relevante la posición que asumen los educadores de hoy con respecto al día del educador; ¿celebrar o no celebrar el día del educador en las circunstancias actuales?

En lo particular considero que el día del educador deber ser momento oportuno para reflexionar acerca de la realidad educativa actual, reflexionar acerca de las condiciones sociales y económicas a la que están expuestos los educadores hoy en día. La educación actual demanda flexibilidad mental y formativa, pero esto es una discrepancia en cuanto al ritmo de vida que lleva el educador y los mismos estudiantes, ¿cómo se puede aspirar una educación de calidad en estas condiciones? Es absurdo pensar que un educador puede cumplir con esta premisa que hoy demanda la educación cuando en lo personal es casi imposible cumplirlo.

Hoy no existe un educador que se dedique exclusivamente a educar y a cultivar el arte de enseñar, pues las circunstancias han conllevado a que quien ejerce la docencia tenga que complementar con otra actividad para hacer frente a la situación actual, por eso es bueno pensar ¿qué sería de la educación si quienes la ejercen pudieran dedicarse exclusivamente a perfeccionar su labor y a crecer día a día para dar lo mejor de sí? De nada vale reconocer la educación como un derecho básico si la humanidad no la percibe como una necesidad prioritaria.

Vivimos una época de cambios intensos y acelerados, que nos exige estar en constante preparación y adaptación para asimilarlos de la manera más natural posible. La situación pandémica que vive el mundo nos invita a replantear la educación, pues nos ha sumergido vertiginosamente en el mundo de la educación virtual y a pesar de todos los avances tecnológicos conocidos, no estamos preparados para ello y menos nuestros jóvenes, no estamos preparados, ni en lo formativo ni en cuánto a infraestructura,  y aunque a muchos educadores esta situación les genere incertidumbre también les ofrece la posibilidad de reinventarse. Esto es un desafío que debe asumir todo educador.

La educación de hoy necesita abrirse a un nuevo paradigma y redefinir su papel en la sociedad.  Son muchos los desafíos que se le plantean a los educadores y estos desafíos los irán asumiendo en la medida que sientan que se les escucha, que se les respete y valore por lo que son y representan. Los educadores necesitan hoy en día reconstruir su identidad de educadores y recuperar el sentido profundo de su vocación, sólo así es posible celebrar con orgullo todos los días: ser educador.

Por: Edixon Pacheco.