El Papa Francisco habló hoy de la importancia de que los cristianos de diferentes confesiones busquen “la unidad con la oración, con todo el corazón y con todas las fuerzas, con insistencia, sin cansarse”.
En la mañana de este jueves 23 de febrero, el Papa Francisco recibió en audiencia en el Vaticano a los jóvenes sacerdotes y monjes de las Iglesias Ortodoxas Orientales.
Debido a un fuerte resfriado, el Santo Padre no pudo leer su discurso en alto, aunque su mensaje fue entregado a los presentes, a quienes invitó a realizar una “peregrinación común” con cristianos de otras confesiones.
Para el Papa Francisco, el camino de Emaús que narra las escrituras “puede simbolizar en cierto modo el camino ecuménico de los cristianos hacia la plena comunión”.
Aseguró que si “los cristianos caminan juntos, como lo hicieron los dos discípulos de Emaús, serán acompañados por Cristo, que acompañará, motivará y llevará a término su camino”.
El Santo Padre señaló más tarde que “el desánimo y la autorreferencialidad impiden a los cristianos de distintas confesiones ver lo que les une, reconocer a Aquel que les une”.
Por ello, afirmó que “como creyentes debemos creer que cuanto más caminemos juntos, más nos acompañará misteriosamente Cristo, porque la unidad es una peregrinación común”.
Asimismo, expuso ante los presentes la necesidad de un verdadero diálogo, “de caridad, de verdad y de vida, para retomar las tres tipologías indicadas por el Vademécum ecuménico del Dicasterio para la promoción de la unidad de los cristianos”.
Explicó que este diálogo entre cristianos “se basa en la Palabra de Dios, que el Señor Jesús nos hace comprender con la luz de su Espíritu”.
En esta línea, el Santo Padre subrayó la importancia de “desear la unidad con la oración, con todo el corazón y con todas las fuerzas, con insistencia, sin cansarse”.
“Si el deseo impulsa a abrir la puerta a Cristo junto con el hermano, todo cambia”, aseguró.
A continuación, el Papa dijo que lo que más falta hace hoy a los cristianos de las diversas confesiones es “un deseo ardiente de unidad, que se anteponga a los intereses partidistas”.
Por ello, animó a los presentes a buscar la unidad como peregrinación, diálogo y deseo: “Si vivimos estas tres dimensiones en el camino ecuménico, entonces, como aquellos discípulos, llegaremos a reconocer juntos a Cristo en la fracción del Pan y gozaremos de la comunión con Él en la misma mesa eucarística”.
Por último, destacó que muchos de los presentes llegaron desde Siria, país “probado no sólo por la guerra, sino también por el terremoto que, como en Turquía, ha causado tantas víctimas y una terrible devastación”.
“Ante el sufrimiento de tantos inocentes, niños, mujeres, madres, familias, espero que se haga todo lo posible por la población, que no haya razones ni sanciones que obstaculicen la ayuda urgente y necesaria a la población”, concluyó.
Fuente: Aciprensa