La heráldica eclesiástica ha sido un símbolo que señala un emblema de quien en adelante asumirá la misión de pastorear una Iglesia particular, una porción de pueblo que, desde la sabiduría del santo Padre, se le encargado para continuar la acción evangelizadora de la Iglesia desarrollada por años.
Este símbolo, desde su origen propiamente dicho, suele tener figuras geométricas, zoológicas, botánicas, religiosas, mítico-fantásticas, que son propias de la comunidad a la cual se va a guiar o gobernar.
En la Iglesia Católica se comenzó a emplear símbolos propios del cristianismo que ha dado paso un sinfín de escudos que han sido la mayor representación gráfica de la función del Obispo, Arzobispo o Cardenal en determinada comunidad eclesial.
Por tal motivo y siguiendo estos aportes, se ha establecido la siguiente leyenda de los elementos que componen el escudo episcopal de Monseñor Víctor Hugo Basabe, Arzobispo de la Arquidiócesis de Coro.
Elementos que giran en torno a la corianidad, su historia, su fe y su idiosincrasia, además de los signos representativos del grado del sacerdocio que ha asumido el nuevo pastor de la Iglesia particular de Coro.
En primer lugar, nos encontramos con el blasón, que es de estilo frases, y dentro del cual se encuentran elementos simbólicos tales como el monograma de la Virgen de Guadalupe de El Carrizal, que encabeza este escudo en su parte superior, simbolizando la fe mariana que se vive a la lo largo y ancho de la circunscripción eclesiástica, pues es la patrona de la Arquidiócesis de Coro y en ella se centra la mayor manifestación de fe del pueblo falconiano en la concurrida peregrinación que se realiza todos los 11 y 12 de diciembre de cada año hacia el Santuario Mariano de El Carrizal.
De esta imagen de la Virgen Guadalupe, emanan destellos amarillos, los cuales simbolizan las zonas pastorales que conforman la Arquidiócesis de Coro, agrupadas en las zonas del este, del oeste, del sur y del centro. El color amarillo está asociado a la riqueza diversa que poseen estas zonas pastorales y su variedad cultural, religiosa y social. Estos destellos que salen de la imagen de la Morena de El Carrizal representan, a su vez, la comunión de la Iglesia que ve en María el modelo de madre que abraza a sus hijos como ella abrazó a Jesús desde la encarnación en su vientre materno. Es la significación de la universalidad de la iglesia que es madre y casa de oración al mismo tiempo. Sobre los elementos del escudo, encontramos el Palio Arzobispal, que de manera transversal une todos los componentes de la heráldica, simbolizando el honor de quien ha sido electo para pastorear esta Iglesia coriana, y demarca del mismo modo la jurisdicción como arzobispo, representando la potestad que este asume en adelante en la provincia eclesiástica para ser el puente entre la provincia el sumo pontífice.
En la parte inferior derecha del blasón, observamos la Cruz de San Clemente, ícono religioso de gran valor histórico para Venezuela y Suramérica, pues simboliza la evangelización de los pueblos de este continente, que se materializó en Coro con la llegada de los colonizadores españoles y que con Juan de Ampíes y el Cacique Manaure se da pie a la propagación de la fe católica en esta jurisdicción. Fue precisamente donde se encuentra la cruz donde se ofició por vez primera la Eucaristía en tierra firme en Venezuela y Suramérica.
Este símbolo cristiano está acompañado de los Médanos de Coro, el cual representa en este escucho la particularidad, la sencillez y majestuosidad de la creación divina, de la cuales podemos admirar monumentos naturales como estos y que son específicamente únicos, que muestran la magnificencia de Dios, y por esta razón está ubicado con la Cruz de San Clemente por ser ambos de carácter único en su significación y creación; uno por el hombre y otro por Dios.
En la parte inferior izquierda del blasón vemos el Báculo, inspirado en el báculo de San Ignacio de Antioquía, para simbolizar la unión del arzobispo con el seminario mayor de la Arquidiócesis de Coro que lleva su nombre y que está bajo su patronazgo, haciendo alusión también al poder y autoridad del nuevo arzobispo que asume en esta circunscripción eclesiástica. Este elemento es acompañado por las Montañas, las cuales comprenden la serranía falconiana, una de las zonas más significativas de la Arquidiócesis de Coro por ser un lugar de evangelización y de la cual han surgido gran parte de las vocaciones sacerdotales de esta Iglesia particular, por eso está asociada al báculo, representando la comunión del presbiterio con su obispo.
Esta heráldica eclesiástica posee colores principales como el azul, elemento representativo del escudo; engloba de manera significativa las costas por las cuales llegó la evangelización en estas tierras falconianas, así como el sentido de la fe Mariana que se vive en esta circunscripción eclesiástica. Seguido del color rojo, que simboliza la fuerza del Espíritu Santo que confiere la gracia para la administración de los sacramentos que solo un obispo puede dispensar, como el sacramento de la confirmación y el orden sacerdotal. Así como el colegio de los apóstoles, el cual él representa por sucesión.
Finalmente, este escudo está atravesado por la cruz arzobispal o cruz pectoral inspirada en la cruz arzobispal ubicada en el pináculo central de la Catedral de Coro, que de manera sencilla indica la sede del arzobispo, y sobre ella observarnos, como es habitual es las heráldicas eclesiásticas, el capelo con sus filas de borlas arzobispales.
Autores de la Heráldica.
Diseño: Seminaristas José Alberto Morillo y Gustavo Álvarez Bermúdez Diagramación: Seminarista Reinaldo Bracho – Diócesis de MachiquesRedacción leyenda: Seminarista José Alberto Morillo.
Franklin Chirinos.
C.N.P: 25.783