El 7 de octubre de 1983 nace en el surco de la Iglesia Arquidiocesana de Coro la semilla del Instituto Mariano Evangelizador por el ardor apostólico de Mons. Ovidio Pérez Morales, Obispo de Coro para la fecha; en su carta pastoral número diez, Mons. Ovidio Pérez, expresó “Una Iglesia particular esta llamada no solo a integrar en su seno a institutos religiosos que vienen de otras latitudes. Sino que en la medida de sus posibilidades ha de procurar que emerjan de su misma entraña y para su servicio expresiones de vida consagrada, con una fisonomía y quehacer peculiares, que sean por los demás, una demostración patente de que una Iglesia particular no podía pensar en “completa” sin vida consagrada”.

Tras la visita a Venezuela, en el año 1985, el Papa Juan Pablo II y su mensaje a los jóvenes, Mons. Ramón Ovidio Pérez Morales, decide darle un espacio a la juventud de nuestra Diócesis a través del Instituto Mariano Evangelizador y así, nace la Juventud Evangelizadora Falconiana (JEF), cuyo objetivo fundamental, es hacer eficaz la corresponsabilidad de los jóvenes en el ejercicio de la misión evangelizadora de la Iglesia particular en el medio juvenil.

Para el año 2014, específicamente, el 24 de abril, el Su Santidad, el Papa Francisco, otorgó la bendición apostólica al Instituto Mariano Evangelizador, reconociendo así la labor evangelizadora realizada por ésta congregación.

El Instituto Mariano Evangelizador, es un Instituto Religioso femenino de fundación e índole Arquidiocesano, congrega a mujeres que se consagran totalmente al Señor y se entregan sin reservas a la difusión y su Reino.

Características:

Es Mariano: “Teniendo a María como modelo de consagración y como intercesora, los consagrados encarnarán la palabra en su vida y como ella y con ella, la ofrecerán a los hombres en una continua evangelización.” (Puebla 745). El IME se coloca bajo el patrocinio de María en la advocación de Guadalupe y su fiesta central es el 12 de diciembre.

Es Evangelizador: “La misión evangelizadora es de todo el pueblo de Dios. Es su vocación primordial, “Su identidad más profunda (EN 14), es su Gozo. El pueblo de Dios con todos sus miembros, instituciones y planes, existe para evangelizar. El dinamismo del Espíritu de Pentecostés lo anima y lo envía a todas las gentes. Nuestras Iglesias particulares han de escuchar con renovado entusiasmo el mandato del Señor: “Id, pues y haced discípulos a todas las gentes (Mt 28,29)” (Puebla 348). “El conjunto de la vida religiosa constituye el modo específico constituye el modo específico de evangelizar propio del religioso.” (Puebla 725).

Espiritualidad de Comunión:

Trinitaria, Eucarística y Mariana.

Dimensión de vida:

• Oración
• Apostolado
• Vida comunitaria
• Formación