Radio Guadalupana Online

Pan de Vida 03/04/20

PRIMERA LECTURA
Del libro de Jeremías 20, 10-13

Oía yo a la gente difamar y sembrar el pavor en torno mío. “Denúncienlo –decían–, vamos a acusarlo”. Me acechaban todos mis amigos, para ver si daba un paso en falso. “A ver si lo convencemos y lo dominamos, y nos vengamos de él”. Pero conmigo está el Señor, indomable guerrero. Los que me persiguen serán quienes tropiecen y fracasen. Sentirán la confusión de su fracaso, los cubrirá la ignominia que no desaparece ni se olvida. Señor omnipotente, que disciernes lo justo y conoces la intimidad del corazón, yo he de ver cómo me haces justicia, pues a ti encomendé mi causa. Así pues, canten al Señor, entonen su alabanza, porque Él libra al desvalido de las garras del malvado.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 17
R/. En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.

• Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza, Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.
• Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. R/.
• Me cercaban olas mortales, torrentes destructores me aterraban, me envolvían las redes del abismo, me alcanzaban los lazos de la muerte. R/.
• En el peligro invoqué al Señor, grité a mi Dios: desde su templo Él escuchó mi voz y mi grito llegó a sus oídos. R/.

EVANGELIO
Del Evangelio según san Juan 10, 31-42

Al oír lo que Jesús decía en el atrio del templo, los judíos agarraron piedras otra vez para apedrearlo. Jesús les dijo: “Muchas obras buenas he hecho entre ustedes por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me van a apedrear?”. Los judíos le respondieron: “No vamos a apedrearte por ninguna obra buena, sino porque has dicho una blasfemia, pues siendo hombre te haces Dios”. Jesús les respondió: “En su Ley está escrito: ‘Yo declaro que son dioses’. Es decir, que Dios llamó ‘dioses’ a aquellos a quienes dirigía esas palabras, y lo que dice la Escritura no se puede negar. ¿Por qué, entonces, me acusan de blasfemia por haber dicho que soy Hijo de Dios, siendo así que el Padre me santificó y me envió al mundo? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero como las hago, si no me creen a mí, crean a las obras. Así llegarán a convencerse de que el Padre vive en mí y yo vivo en el Padre”. Una vez más trataron de apoderarse de Él, pero se les escapó de las manos y se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había estado Juan bautizando, y allí se quedó. Muchos fueron a donde Él y decían: “Es cierto que Juan el Bautista no hizo ningún milagro, pero todo lo que dijo él de Jesús era verdad”. Y muchos allá creyeron en Jesús.

Palabra del Señor.