La Vida Consagrada, siguiendo los ejemplos y las enseñanzas de Cristo, se concibe como un regalo de Dios a la Iglesia por medio del Espíritu Santo. Su realidad y su vida están en el corazón mismo de la Iglesia. De aquí que el objetivo primordial de esta Vicaría sea el de promover, animar, cuidar, apoyar y atender este estilo de vida eclesial, en nombre y por delegación del Señor Arzobispo, para suscitar y mantener las relaciones y la comunión de los diferentes Institutos y de sus miembros con nuestra Iglesia local.

La Vicaria Episcopal para la Vida Consagrada, es el vínculo de unión entre la Vida Consagrada, el Ministerio Episcopal y el Presbiterio Diocesano, bajo el cuidado del Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, quien desde dicha vicaria fomenta la conciencia de pertenencia a una misma y única Iglesia.

FUNCIONES DEL VICARIO EPISCOPAL PARA LA VIDA CONSAGRADA.

• Estar en continua relación con el Arzobispo para mantenerle al tanto de todo lo que vaya aconteciendo en torno a la vida y ministerio de los miembros de la Vida Consagrada en todas sus dimensiones.
• Mantener comunicación con el Vicario General y con los demás Vicarios episcopales.
• Tener los datos actualizados sobre la situación de la Vida Consagrada, en conexión con la Curia, a través de la Vicaría General.
• Participar, como miembro nato, en las reuniones del Consejo Presbiteral.